El herrero y la silla




El herrero y la silla

La historia de Intersthul se remonta a 1961, cuando con mucha pasión y pericia, dos herreros en su forja familiar fabricaron una silla y con ello comenzaron a cambiar el mundo o más bien la forma de sentarse.

El arte de la forja era tradición en la familia Link desde 1731. Y cuando las máquinas sustituyeron a los caballos durante el "milagro económico" de los años 60, padre e hijo buscaron su oportunidad en la industria textil en auge, que precisaba muchas costureras y, con ellas, sillas, sillas y más sillas. 

Trabajaron, las fabricaron y las refinaron. En 1961 llegó al mundo la bi-regulette, el primer modelo de éxito potente que ofrecía alivio a las personas mientras trabajaban, y es allí cuando la familia Link dejó de buscar suerte con las herraduras y apostó por un nuevo talismán: las sillas. 

Hoy en día Interstuhl sigue siendo una empresa familiar, aunque con más de 650 miembros. Suministra sus sillas y su mobiliario de asiento "Made in Germany" de alto rendimiento desde Tieringen a todo el mundo.

La pasión por la solidez ya se vislumbró en el primer modelo de éxito. La capacidad de ajuste individual y los sólidos materiales de calidad (acero, madera, aluminio) ya eran de gran valor en aquel entonces. Con esta silla Interstuhl obtuvo la primera patente con ajuste de altura en 1962 a la que le siguieron muchas más a lo largo de los años. 

Como pioneros de la ergonomía moderna, Interstuhl se centra en una forma de sentarse adecuada para la anatomía. La cooperación con expertos líderes en medicina del trabajo es tradición. En los inicios el equipo compuesto por un fisiólogo de trabajo y un internista: Dr. Kirn y Dr. Åckerblom, hasta nuestros días donde encontramos al instituto de investigación Fraunhofer entre los socios de cooperación más importantes.

Motivados por el deseo de dejar a hijos y nietos un entorno intacto desde el punto de vista económico, ecológico y social, la compañía mantiene una destacada política medioambiental. Ya desde comienzo de los años 90 se formaron directrices vinculantes para el cumplimiento consecuente y una superación voluntaria de las disposiciones legales. Así, Interstuhl sienta las bases para todo el sector.

El conocimiento de la estética va más allá de un diseño extraordinario. Aspirando a generar una experiencia con todos los sentidos. Una silla Interstuhl no solo debe fascinar a nivel óptico, sino que sobre todo debe funcionar a la perfección. 

El camino que Interstuhl emprendió en 1961 ha sido variado, en ocasiones pedregoso, pero siempre recto. En el futuro Interstuhl tampoco quiere perder de vista el objetivo principal: desarrollar sillas que proporcionen el máximo beneficio a las personas. Tanto desde el punto de vista técnico, estético, ergonómico y ecológico, como también económico.

En nuestro país FUMAYA representa los productos y comparte la visión de la vanguardista empresa alemana.

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